sábado, 18 de mayo de 2013

Un 4 a Videla

En la emisión del pasado viernes del programa CQC de Canal 13 se incluyó un segmento en el que se mostró a Alfredo Olmedo siendo invitado a calificar conceptos y personas.


Así nuestro diputado aprobó con un 10 al Servicio Militar Obligatorio y a la Educación Religiosa Obligatoria en las Escuelas, y reprobó con un 1 al Matrimonio entre Homosexuales.

Personalmente me gustó la contundencia con la que contestó con un “si” a la pregunta si le parecía más importante la educación religiosa que la educación sexual. También fue muy genuina su opinión sobre el lamentable Caso Carrasco: la muerte de un joven por el abuso de poder de unos malnacidos justifica el juzgamiento y castigo de esos personajes nefastos, no la desaparición de un sistema que era profundamente necesario para que no mueran miles (como sucede ahora).

Sin embargo lo más polémico llegó cuando a Olmedo le pidieron calificar a Jorge Rafael Videla. El diputado sostuvo que él no está de acuerdo con las dictaduras militares y que tampoco avala las técnicas que fuesen empleadas por las FFAA para combatir a los guerrilleros. Recordó, además, que la estrategia de represión militar no fue impuesta por Videla en 1976, sino que fue aprobada por el gobierno constitucional y democrático de la Presidente Martínez de Perón en 1975. Y luego agregó algo que comparto plenamente: Videla es una parte de nuestra historia y, como la historia no se puede borrar, lo mejor para todos es mirar hacia adelante en lugar de permanecer aferrados al pasado.

De todos modos Martina Soto, la notera de CQC, le cuestionó por generoso el 4 que Olmedo le había dado como calificación a Videla (yo, por mi parte, le hubiese cuestionado por la misma causa el 7 que le dio a esa pésima presidente llamada “Cristina Fernández de Kirchner”). Ella señaló que lo suyo parecía injusto ya que Videla, según su perspectiva, es “un hombre que ha sido un genocida, que ha robado bebes, que ha hecho desaparecer a 30.000 argentinos”, sugiriendo que eso era suficiente para otorgarle un puntaje menor. Empero esa es la opinión de Soto. Hay muchos otros argentinos que también encontrarían injusto el puntaje otorgado por Olmedo a Videla, pero no por ser excesivo sino por ser escaso. Quiero decir así como hay muchos para los que Videla no merece más que el oprobio, también hay otros tantos que creen que el militar sólo es digno de alabanza.

Olmedo sostuvo su 4 y, hábilmente, dijo que no iba a seguir hablando del tema. Es que Videla es un tema agotado en nuestro país. O al menos debería serlo, ya que sobre él no resta nada que decir. El militar fue dos veces encarcelado, pues fue dos veces juzgado por sus faltas. No es ni por cerca “un fragmento del mal” (como dice ese sofista de José Pablo Feinmann), pues junto a los defectos que lo llevaron a la cárcel también tuvo virtudes que hicieron que muchos salieran a aplaudirlo y a brindarle su adhesión y su apoyo ante sus dificultades.

Argentina merece la historia. Las memorias son apasionadas y parciales, la historia, en cambio, es calma y completa, es lo que realmente nos pasó y lo que ha quedado atrás. La memoria de uno no puede ser cimiento para el futuro, la memoria de todos si, pues ello es la historia.    

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