martes, 25 de marzo de 2014

El próximo gobernador de Salta

I

Todavía falta un año para que se realicen las elecciones de renovación de autoridades en Salta, pero ya sobran candidatos, al menos candidatos a gobernador de la provincia. 

Marzo fue testigo del lanzamiento de las candidaturas a gobernador de Miguel Isa, Juan Carlos Romero y, por supuesto, de Alfredo Olmedo. También Juan Manuel Urtubey está interesado en conservar su puesto, sin embargo no ha parado de especular con una posible candidatura presidencial o vicepresidencial. 

Por como están las cosas hoy por hoy, creo que el gobernador de Salta en 2015 será uno de los cuatro hombres citados en el párrafo anterior. Urtubey es el más fuerte de los candidatos, sin embargo el Gobernador tiene el defecto de haber acompañado sin distancia crítica al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, lo que lo hace cómplice de la penosa situación económica y social que nuestro país actualmente atraviesa. Quizás a la hora de votar, los salteños tengan presente qué clase de dirigente tuvo la provincia en los últimos ocho años. 

Lo de Miguel Isa, por su parte, me parece una maniobra politiquera, algo así como un amague para no quedar rezagado. Lo que ha hecho el Intendente de Salta en los últimos años es, en verdad, desastroso, por lo que cuesta tomarse en serio lo de este sujeto. El Diputado Provincial Carlos Zapata ha señalado con exactitud muchas de las falencias de la gestión Isa:
Zapata cita, por ejemplo, la deficiente labor desarrollada en materia de control del comercio no autorizado en los espacios públicos de la ciudad; el incumplimiento sistemático de las normas que regulan la contención y racionalización del gasto público; la existencia de actividades ilícitas en el Mercado Municipal San Miguel; los bajos niveles en el cumplimiento de los planes de Obras Públicas del Municipio; la existencia de gastos, cuya rendición no se ha efectuado, por sumas millonarias; el desmesurado e injustificado crecimiento de la planta de personal municipal; el desmesurado e injustificado crecimiento de los gastos en publicidad, el injustificado desequilibrio entre lo recaudado en concepto de Tasa de  Inspección Seguridad Salubridad e Higiene y el costo de los servicios prestados por el municipio retribuidos por esta tasa; la falta de bacheo y repavimentación de calles de la ciudad.
Esto, en cierto sentido, explica la estupenda elección que logró el Partido Obrero el año pasado en la ciudad de Salta. 

El otro que también tuvo una buena elección el año pasado fue Juan Carlos Romero. Romero obtuvo la banca de senador nacional gracias a una ventaja muy escueta con respecto a Alfredo Olmedo, lo que significa que Salta -o al menos una parte de la población- está dispuesta a retornar a la vieja provincia en donde el turismo y los hoteles crecían al mismo tiempo en que los trabajadores recibían violentos palazos. Porque eso es, en definitiva, lo que Romero propone, ni más ni menos. Es una fórmula que ha servido para beneficiar a algunos gracias a las desgracias que padecieron los demás. 

II

Lo que Urtubey, Isa y Romero tienen en común es que los tres representan la continuidad del PJ. Tienen el mismo padre, aunque sus madres son diferentes (la de alguno se abre de piernas más rápido que las otras). Urtubey, consciente de sus virtudes, invitó a Isa y a Romero a competir los tres juntos en las PASO, cosa que fue descartada por sus contrincantes. 

Isa, entonces, se vende como el candidato peronista y se muestra dispuesto a pactar con Romero y Urtubey. Por ello el adversario contra el que ha decidido confrontar es el Partido Obrero. Si la grandeza de un hombre se mide por el tamaño de los enemigos, entonces ya sabemos cuanto mide Isa. 

Romero, en cambio, dice ser opositor. Para preparar su candidatura lo primero que hizo el Júcaro fue buscar a toda la gente del PJ marginada por Urtubey. Así se dice que hoy en día personajes como Fernando Yarade, Walter Wayar, César Álvarez, Marcelo López Arias, Armando Caro Figueroa y hasta Antonio Marocco estarían dispuestos a apoyar a Romero a cambio de los puestos de funcionarios que hoy ya no tienen pero que alguna vez supieron tener. Incluso se rumorea que José Vilariño y Sergio Leavy migrarían al romerismo en caso de ser necesario para seguir reteniendo poder. Que a nadie extrañe entonces que Carlos Villalba, Arturo Cifre, Diego Comba u otros personajes de esa calaña el día de mañana se conviertan en fervientes promotores del Júcaro. 

Pero los escombros del PJ no le alcanzan a Romero para construir una candidatura exitosa. De allí que el Senador Nacional ha salido a buscar aliados por fuera de la fuerza. Se supone que actualmente hay un acercamiento entre el romerismo y la UCR, pero el partido centenario ha negado que eso sea verdad. Es que, en realidad, el más interesado de los radicales en sumarse a la campaña "Romero 2015" es el más inauténtico de ellos: Bernardo Biella. Se sospecha que Biella incluso podría hasta llegar a participar de la fórmula ejecutiva con Romero, pero a los demás radicales no les interesa apoyar ese contubernio. 

La salvaje interna del Partido Renovador Salteño, por otra parte, se origina también de esta situación: un sector de sus dirigentes -el formado por los que en la actualidad tienen un cargo en el gobierno- quiere permanecer fiel a Urtubey, en tanto que otro sector -el de los que carecen de sillas en algún ministerio, secretaría o intendencia- quiere romper la alianza para ver a quien venderle los votos que aún le pertenecen. 

III

Urtubey, Isa y Romero son más de lo mismo. Llevamos 30 años de esto en Salta y las investigaciones señalan que Salta es la provincia más pobre de la Argentina, más pobre aun que Formosa, Chaco, Tucumán o Santiago del Estero. Creo que nos merecemos un cambio de aire. La experiencia de Ulloa como el vergel no pejotista de la Salta de las últimas tres décadas nos habla de un fiasco, sin embargo, antes que pensar que sin el PJ la provincia se vuelve ingobernable, creo que es mejor para todos repensar aquella gobernación a la luz de sus errores y aciertos, para que, cuando llegue el momento, algo diferente a lo mismo pueda imponerse como próximo gobernador de Salta y ser exitoso en la tarea.  

lunes, 24 de marzo de 2014

Breve apunte sobre la Derecha

El debate entre Derecha e Izquierda me tiene sin cuidado. Y no porque lo considere irrelevante para el presente, sino porque en la Argentina no se puede debatir en esos términos, sencillamente porque no son representativos. Quiero decir, quizás nuestro país esté lleno de derechistas e izquierdistas, pero la política contemporánea (tanto en su presentación como en su práctica) no reconoce la distinción. Ello, claro, tiene motivos puntuales. Jorge Asís los ha señalado
Aquí la mayor parte de los dirigentes prefieren imaginarse, por las dudas, al menos para que los tengan en cuenta, que son progresistas. Casi de izquierda. Nada reaccionarios. Creen que quedan más presentables en sociedad. 
Pasa que la derecha, por motivos multiplicados, perdió la partida en la Argentina. La razón de fondo es, en definitiva, cultural. Por haberse estrellado con la semántica de la Dictadura Militar. 
Para ser tratado como un cuadro respetable, ya ni siquiera hay que decir que se tiende hacia la apertura de la economía (eso suena a neoliberalismo). Ni se activa por la creación de una atmósfera permanente de inversiones (eso despierta el trauma noventista que huele a la temible dupla Menem-Cavallo, y sobre todo a la fascinación frívola por ingresar sin visa a los Estados Unidos). 
Tampoco suele ser aconsejable manifestarse abiertamente por la pertenencia estratégica al universo occidental (eso apela a una antigualla que evoca sin melancolía al peor de los Di Tella y la carnalidad ideológica). Menos aún debe pregonarse la superada teoría de la “reconciliación nacional”. Es el otro rubro ausente que no ingresa en ningún discurso. Huele a preferencia por la impunidad.
El Proceso de Reorganización Nacional (PRN) no fue más que una epopeya del Centro. Republicano y liberal, el PRN se impuso para generar apertura económica, atraer inversiones extranjeras, defender los valores de Occidente, y acabar con los tiroteos que la izquierda y la derecha (ambas peronistas) protagonizaban en la década de 1970. 

Alfonsín, Menem y los Kirchner dejaron de lado ese programa (algunos en menor grado -como Menem, quien fue un buen liberal pero un mal occidental que instauró el Inadi, el cupo femenino, y la filosofía del materialismo, de la frivolidad y del egoísmo-, y otros en grado mayúsculo -como los Kirchner y su aislacionismo socialista-). Nuestro país se desquició tanto en los últimos 30 años, que lo que otros ven como Centro aquí resulta ser Derecha, y es mala palabra. 

Personalmente yo prefiero el Centro, pero el Centro Radical, algo mucho más profundo, argentino y beneficioso que el PRN. 

martes, 18 de marzo de 2014

El Papa Francisco amonesta a los hipócritas

Creo que la reflexión que el Papa Francisco ha hecho sobre la hipocresía es vital para nuestros tiempos. Hace unos meses dijo en una homilía
"La hipocresía es precisamente el lenguaje de la corrupción. Y cuando Jesús habla a sus discípulos, dice: ‘¡Cuando digan ‘sí’, que sea sí, y cuando digan ‘no’, que sea no!’. La hipocresía no es un lenguaje de verdad, porque la verdad jamás va sola. ¡Jamás! ¡Va siempre con el amor! No hay verdad sin amor. El amor es la primera verdad. Si no hay amor, no hay verdad. Estos quieren una verdad esclava de los propios intereses. Podemos decir que hay un amor: pero es el amor de sí mismos, el amor a sí mismos. Aquella idolatría narcisista que los lleva a traicionar a los otros, los lleva a los abusos de confianza".

Recientemente, el Santo Padre volvió a reflexionar sobre el tema. Esta vez dijo
“¿Qué hacen los hipócritas? Se disfrazan, se disfrazan de buenos: ponen caras, rezan mirando el cielo, dejándose ver, se sienten más justos que los demás, despreciándolos. ‘Pero, dicen, yo soy muy católico, porque mi tío fue un gran benefactor, mi familia es esta y yo soy… aprendí, conozco a tal obispo, a tal cardenal, al padre tal… Yo soy…’. Se sienten mejor que los demás. Esta es la hipocresía. El Señor dice: ‘No, eso no’. Nadie es justo por sí mismo. Todos necesitamos ser justificados. Y el único que justifica es Jesucristo. El hipócrita no necesita al Señor, se salva por sí mismo, eso piensa, y se disfraza de santo”.

jueves, 13 de marzo de 2014

Un año


Hoy, 13 de marzo, se cumple el primer aniversario de Francisco como Arzobispo de Roma. Ciertamente la transformación del Padre Jorge Bergoglio en Sumo Pontífice de la cristiandad significó para muchos una grata sorpresa, ya que ese hecho no sólo contribuyó a ubicar a la América Hispánica en el centro de la escena global, sino que también sirvió para mostrarle al mundo un estilo pastoral que, antes de Francisco, resultaba inaudito para un Papa. En la Argentina todo ello fue motivo de orgullo, pese a que, inicialmente, no faltaron quienes se ocuparon de denostar al sacerdote, acusándolo falsamente de haber sido un colaboracionista con los militares que combatieron a la guerrilla de la década de 1970. 

Pero más allá de los veletas kirchneristas que esputaron su odio anticristiano contra el Papa sólo para guardárselo después en donde habitualmente no les pega el sol, hubo otro tipo de argentinos que criticó y sigue criticando a Francisco. Me refiero, claro, a los tradicionalistas y a los liberacionistas. Para ilustrarlo, tomaré un ejemplo de cada uno: Antonio Caponetto como representante de los primeros, y Rubén Dri como representante de los segundos. 

Cuando Bergoglio se convirtió en Francisco, Caponetto escribió:
Haga lo que hiciere a partir de este momento el Papa Francisco —y esperamos que todo lo santo y sabio sepa hacer— es imposible omitir o ignorar que el hombre que acaba de llegar a la silla petrina arrastra concretos, abultados y probadísimos antecedentes que lo sindican como un enemigo de la Tradición Católica, un propulsor obsesivo de la herejía judeocristiana, un perseguidor de la ortodoxia y un adherente activo a todas las formas de sincretismo, irenismo y pseudoecumenismo crecidas al calor de la llamada mentalidad posconciliar.
En las mismas circunstancias, Dri escribió
Lo que importa no es a qué país o continente pertenezca el Papa, sino cuál es el proyecto de Iglesia con el que llega al Vaticano y en ese sentido, la elección de Bergoglio no significa otra cosa que la legitimación de la Iglesia sacerdotal del poder que conocemos, realizada desde el tercer mundo. Es como la legitimación de la dominación que realiza el mismo dominado, fenómeno de sobra conocido.
Ahora, cuando ya han transcurrido doce meses desde que aquello fuese vertido al papel, ni Caponetto ni Dri ven con buenos ojos a Francisco. Uno lo acusa de ser poco tradicional y el otro lo acusa de no haber liberado lo suficiente. Sin embargo tanto Caponetto como Dri son dos católicos que, como los demás tradicionalistas y liberacionistas, comprenden que sus miradas y sus experiencias sobre la Iglesia, la religión y la política no son las del pueblo, sino sólo las de una fracción de él. El pueblo, el argentino de a pie que vive el catolicismo sin preocuparse demasiado de lo que hace enfurecer a Caponetto o a Dri, está más cerca de Francisco que los tradicionalistas y los liberacionistas. Y esa gente se ha convertido en un botín politiquero. 

Carlos Pagni, desde La Nación, señala precisamente esto del Oficialismo y de la Oposición intentando acercarse al Papa sin reprocharle nada: 
Bergoglio recomienda a los argentinos que lo visitan "ayudar a la Presidenta". Como si fuera una consecuencia de ese axioma, todavía no recibió a Hugo Moyano ni a Massa. El único que no entendió el mensaje es Eduardo Duhalde, mentor de Daniel Scioli, que regresó a Buenos Aires anunciando el apocalipsis. Algunos peregrinos creen que el Papa bendice a un candidato. Pero, antes que un sujeto, ese candidato es una agenda. En el año transcurrido, Bergoglio tomó dos iniciativas contundentes. A través del rector de la UCA, Víctor Fernández, bloqueó la reforma del Código Civil, que contrariaba la bioética católica. Y, por medio de la Conferencia Episcopal, abrió el debate sobre el narcotráfico. Perplejo, el Gobierno intentó neutralizarlo con el recurso casi infantil de poner la Sedronar en manos de un curita. 
Bergoglio procura cooperar con la Presidenta. Pero el daño que le ha hecho es involuntario, sutil e irreparable. El kirchnerismo basó siempre su dominio en una polarización entre "ellos" y "nosotros". Pero la corriente emocional que desató la elección del nuevo papa desbarató esa clasificación. Formó otro conjunto. Otro "ellos", otro "nosotros". E hizo colapsar una fuente de poder.
Creo que Pagni acierta al destacar que Francisco -para evitar más confrontación y distanciamiento en la sociedad argentina en tiempos del kirchnerismo- ha sido paciente y amistoso con el Oficialismo, mientras que, en simultáneo, ha aprovechado para utilizar a los Obispos con el fin de enviar un mensaje político claro en contra del gobierno actual. 

El problema, creo yo, es que la Oposición no ha recogido ni ha asumido lo que Francisco dice. Esto lo ejemplifica, entre otras cosas, algo que señalé hace poco: Massa, el ahora gran antagonista del régimen K, embistió en contra de la reforma abolicionista del Código Penal Argentino pero poco hizo para cuestionar el Código Civil Argentino materialista que propone la misma fuente. Y la intensa discusión sobre el narcotráfico que hoy en día se desarrolla en nuestro país no se inició a partir de lo que indicó en su momento la Conferencia Episcopal Argentina, sino que es fruto más bien de la narcoviolencia que estalló en donde se pensaba que nunca estallaría.

Por eso, en el primer aniversario de Francisco como Papa, se ha vuelto bastante obvio que Argentina necesita de argentinos que sepan materializar políticamente su mensaje de paz, solidaridad y fraternidad. Una gran Alianza sería el mejor camino

martes, 11 de marzo de 2014

Rocío Marengo, Andrés Suriani y el amor por interés

Suriani

Hace poco recibí en el blog la visita de Andrés Suriani, de un hijo de Suriani o de alguno de los muchos surianistas (?) que me recordó la disputa que se desencadenó entre el periodista y politólogo y la dirigencia de Salta Somos Todos después de las elecciones de noviembre último. Creo conveniente ahora dar mi opinión sobre el asunto. 

Para que no lo olvidemos, el problema, básicamente, fue el siguiente: después de las PASO provinciales, a SST le correspondía una determinada cantidad de dinero que el Estado les da a los partidos para que realicen campaña; dicho dinero fue cobrado por la gente de SST pero nunca llegó a Andrés Suriani, a la sazón el candidato amarillo a Senador Provincial por Salta capital; Suriani, después de las elecciones que perdió, denunció la situación ante la justicia y ante la prensa, sosteniendo que lo sucedido era completamente reprochable. 

En un texto que denominé "Lo que pienso de Andrés Suriani" señalé que, personalmente, comparto muchos puntos de vista políticos con él y lo admiro por encabezar una cruzada para vindicar a los vituperados Bravos de Manchalá. Lo que no me gusta de él, empero, es su pertenencia orgánica al peronismo, lo que significa que -como Bernardo Biella- no es un olmedista, no es un miembros de SST, sino que es alguien con un estilo político definido y una idea de país concreta, que no necesariamente coincide punto por punto con lo de Olmedo, y que hasta difiere radicalmente en muchas cuestiones que son esenciales. 

El olmedismo, creo no equivocarme, es un catolicismo político, una variante de la democracia cristiana, un humanismo de centro radical. El peronismo no sé bien que es, porque se ha desdibujado tanto en los últimos tiempos debido a su vocación de gobernar siempre y no dejar gobernar a los demás. Entonces definirse hoy en día como "peronista" es más o menos lo mismo que admitirse como pragmatista y rechazar lo de ser un principista. Los diversos peronismos se diferencian en eso: todos son pragmatistas, pero varían en relación a los principios con los cuales simpatizan (pero ante los cuales, claro, no adhieren plenamente). 

Marengo

Romina Arroyo fue electa concejal en la ciudad de Salta por la lista de SST. Ella representaba a "Por la Vida", el sublema que respondía a Suriani. Tras asumir su cargo, Romina Arroyo no tardó ni una semana en romper con SST y armar su propio monobloque, el cual se alineó con los concejales que responden al Intendente Isa. No creo especular maliciosamente al sostener que lo de Suriani en el Senado de la Provincia no hubiese sido muy distinto. 

En enero del año pasado escribí un texto sobre la modelo Rocío Marengo. Allí reflexionaba acerca del intento de Marengo de convertirse en candidata a un puesto electivo. En pocas palabras, lo que señalé es que, si bien a Marengo no la votaría, si sostengo que ella tendría que poder candidatearse a lo que desee sin chocar con tantos obstáculos. En Venezuela, EEUU, Canadá, el Reino Unido y muchos otros países cualquiera puede presentarse a elecciones si cumple con los requisitos mínimos, dado que en esos lugares no se precisa del respaldo de un partido, como si sucede aquí en la Argentina. 

Rocío Marengo resultó peronista

Volviendo sobre Suriani destaco lo mismo: en nuestro país, un hombre como él debería poder presentarse a cuanta elección quiera sin necesidad de usar una plataforma ajena para ocupar un cargo que ejercerá según su propio criterio. Si ello fuese posible, este choque absurdo entre Suriani y SST se habría evitado, ya que cada uno habría ido por su lado, y los malos entendidos nunca se hubiesen producido. Pero las cosas no sucedieron así, y la lógica actitud de emplear el dinero para no apoyar a un candidato más ajeno que propio terminó provocando el enojo de Suriani y sus repetidos intentos de desprestigiar lo más interesante que tiene el escenario político de la Salta actual. 

La Revolución Amarilla

Hace tiempo que vengo hablando de la necesidad de que Salta viva una Revolución Amarilla. La misma consistiría, simplemente, en la apertura de la política a la ciudadanía. Es decir lo que propongo -y creo que es factible a través de Salta Somos Todos- es acabar con la politiquería, acabar con los candidatos veletas y sin principios, acabar con los que se sirven de la política como si fuese una pyme, acabar con los que se creen dueños de la política, y permitirle el acceso a los que tienen voto pero no tienen voz. 

Para esto es necesario no un partido, no un PJ o un PO, o algo así, sino que más bien se precisa de un movimiento. Un movimiento que lleve al poder a gente que esté lista para producir el cambio y no a los que quieren cambiarse de bloque una vez que asumieron el cargo. Sinceramente me gustaría ver en Salta eso que he señalado: candidaturas libres e independientes, para que todos los Biella, todas las Arroyo y todos los Suriani hagan sus propuestas, manejen sus recursos, consigan sus puestos y hagan lo que tienen que hacer en nombre del pueblo, al mismo tiempo que SST recupera a la virtud republicana y cambia el rumbo decadente en el que vive el país.  

lunes, 10 de marzo de 2014

El bloque de los monos

La elección de autoridades de las diversas comisiones que posee la Cámara de Diputados de Salta deja en evidencia la vocación totalizadora del PJ. Es que -es más que claro- las quieren todas para ellos. 

Actualmente el PJ cuenta con un bloque de 29 diputados. Las últimas dos incorporaciones han sido las de Pablo Viel (quien ingresó al parlamento por Memoria y Movilización Social, vendiéndose como un kirchnerista puro que se decía distanciado de la dirigencia impura del PJ) y la de Fabián Bruna (un hombre que ganó su banca como renovador, luego pasó al Frente para la Victoria, y terminó haciéndose pejotista). Antes de eso, el bloque del PJ había incorporado a Hugo Camacho (quien ingresó por el Frente para la Victoria pero representando al Movimiento Evita), y a Javier Paz y Marcelo Astún (dos peronistas que usaron el sello circunstancial del "Movimiento Popular Unido"). 

Y así como el bloque del PJ sumó soldados, también los dejó ir: Mario Ángel se pasó al Frente para la Victoria luego de que Carlos Villaba fuese respaldado por el PJ en su candidatura a Intendente de Salvador Mazza tras sus aventuras en Terra Nostra y Guido Giacosa armó el monobloque "Alternativa Peronista", para poder promover la candidatura a gobernador de Miguel Isa sin tapujos. Si el bloque pejotista lograra reincorporar a los alejados, llegarían a sumar 31 diputados, lo que les daría quórum propio y mayoría absoluta. 

Entre los aliados del PJ están los incondicionales (por ejemplo el Frente Plural de Matías Posadas y Guillermo Sierra, que es una suerte de espacio para radicales y franjistas vendidos al urtubeycismo), y los menos fieles (el Frente para la Victoria de Sergio Leavy y José Vilariño, que cuenta con 8 bancas y que se encuentra midiendo el terreno, y el Partido Renovador Salteño, que tras el bleff de su distanciamiento del año pasado, ahora vuelve con al menos 4 de sus 5 diputados a la coalición oficialista silbando bajo para que los demás no se den cuenta). 

La suma total da 45 oficialistas: 29 por el PJ, 8 por el FPV, 5 por el PRS (aunque hay que ver la posición de Gabriela Martinich), 2 por el #FP y 1 por el ultra-isismo. Un interbloque que desde afuera parece de diversos colores, pero que desde adentro se comprueba que es monolítico.

Por fuera del Oficialismo hay 15 diputados provinciales: 5 pertenecen al Frente Salteño (Irene Soler, que había ingresado por el Partido Conservador Popular, se unió al romerismo luego de que Guillermo Durand Cornejo le dejase su banca al también romerista Ariel Burgos para irse al Congreso de la Nación), 4 al Partido Obrero, 2 a Lealtad Popular (que vendría a ser algo así como el wayarismo), 1 al Partido Propuesta Salteña, 1 al Frente Democrático (el sello que usa Liliana Mazzone) y 2 a Salta Somos Todos. Creo que no hace falta agregar que de esas 15 bancas hay 7 peronistas que no inspiran confianza, 4 comunistas que son la expresión de un descontento mal canalizado, y otras 4 que constituyen la última esperanza de la ciudadanía salteña. 

martes, 4 de marzo de 2014

Sergio Massa: la oposición insuficiente

Uno de los motivos por los que el Júcaro está en el Frente Renovador

Recibo con beneplácito la noticia de que Sergio Massa planea luchar contra el proyecto de Código Penal que diseñó Eugenio Zaffaroni. Básicamente lo que este nefasto juez propone (apoyado por otros afamados leguleyos garantistas como Ricardo Gil Lavedra y León Arslanián) es disminuir penas en relación a todos los delitos calificados de "crímenes contra la propiedad" y hasta suplantar la estadía en la cárcel con trabajo comunitario o cosas por el estilo. También plantea la eliminación de la reincidencia, lo que significa que a la hora de juzgar a alguien no se tomaría en cuenta su prontuario, pues ello sería como juzgarlo dos veces por el mismo delito (esta norma, claro, no se aplica para aquel que, por ejemplo, golpeó a una mujer, ya que si lo hace nuevamente en una ocasión posterior si se recodará su pasado de "femicida" y pagará duramente por ello, a diferencia de aquel que asesinó a alguien para robarle un celular o un par de zapatillas y lo vuelve a hacer). 

Massa sugirió que sería bueno que la aceptación o el rechazo del nuevo Código Penal lo haga directamente el pueblo argentino, así que lanzó una campaña para recolectar adhesiones y obligar a que el gobierno plebiscite su iniciativa. Sin embargo la Constitución Nacional impide que el pueblo participe de las reformas penales.

El gesto de Massa es importante porque convoca a la gente a frenar un nuevo atropello a nuestras costumbres y valores. Ello habla de un político que, por fin, ve en el pueblo a quien manda mientras él asume el puesto de sirviente. De todos modos lo de Massa es insuficiente. ¿Por qué? Porque el Diputado Nacional no está planteando también la realización de acciones en contra del nuevo Código Civil, una verdadera monstruosidad jurídica que atenta en contra de la familia, de la niñez y de la vida humana en general

Y el problema es que no creo que Massa vaya a oponerse a este peligroso mamarracho. Porque si Massa tiene una posición contraria a algo tan elemental como el derecho de un ser humano a vivir, ¿qué se puede esperar de él en otras cuestiones más complejas? 

Conclusión: Massa está obrando como el liberal que es, pues propone mano dura contra el delito, salida de la crisis económica con medidas ortodoxas, y que a los jóvenes los eduque la televisión y la Internet. 

lunes, 3 de marzo de 2014

Llegaron los bárbaros

A la noticia la difunde Télam
Colombiano asesinado en los Bosques de Palermo
El hecho ocurrió alrededor de las 15, en avenida Figueroa Alcorta, casi esquina Dorrego, donde Gutiérrez y Trujillo Kive paseaban en bicicleta junto a otro hombre, también de nacionalidad colombiana, en momentos en que había una gran cantidad de transeúntes en la zona. 
Mientras recorrían la bicisenda que bordea la avenida, estas tres personas fueron abordadas por dos hombres que se movilizaban en una motocicleta y llevaban sendos cascos color negro. 
Según las fuentes, el que iba de acompañante en la moto descendió del rodado, extrajo un arma de fuego y, sin mediar palabra, comenzó a disparar contra los ciclistas. 
Tras el tiroteo, los agresores huyeron en la moto, mientras que Gutiérrez y Trujillo Kive cayeron baleados sobre la bicisenda; al tiempo que el tercer ciclista abandonó el lugar aparentemente ileso, dijeron los informantes.

Sicarios. Ajustando cuentas al peor estilo colombiano o mexicano. Todo ello en la Ciudad de Buenos Aires, a las tres de la tarde, en un sitio lleno de gente. ¿Van a seguir negando la narcolonización que sufre el país? ¿Van a culpar a Macri por dejar que los narcos se tiroteen impunemente, del mismo modo que culpan al gobierno socialista de Santa Fe por la violencia que padece Rosario? ¿Van a aceptar alguna vez su responsabilidad por haber permitido que nos conviertan en esto?

sábado, 1 de marzo de 2014

La o-PO-sición y el Oficialismo

Finalmente se definió la elección de autoridades del Concejo Deliberante de la Ciudad de Salta: el Presidente pertenece al Frente Salteño, el 1º Vicepresidente al Partido Justicialista, y el 2º Vicepresidente al Partido de la Victoria. Tal decisión nació de lo que yo llamo un “pacto republicano” entre la gente que ha mostrado respeto por la Constitución (tanto por la Nacional como por la Provincial), o sea entre la gente de todos los bloques políticos excepto los del Partido Obrero. Pablo López, un Diputado Nacional por el PO, calificó a este acontecimiento de “contubernio” y dijo que Miguel Isa, Juan Manuel Urtubey, Juan Carlos Romero y Alfredo Olmedo se han unido para perjudicar a los suyos. Sin embargo este sujeto enemigo de las tijeras y de la Prestobarba no tiene idea de lo que habla.

Quienes aprobaron la fórmula Villada-Fonseca-Moya fueron los miembros del PJ, del FS, del PV y de Salta Digna (la Concejal Romina Arroyo), pero no Ángela Di Bez, Concejal por Salta Somos Todos y representante más fiel del olmedismo. Sucedió que, para combatir a los extremistas del PO, los concejales habían acordado en las últimas semanas que Villada del FS sería presidente e iría acompañado por alguien del PJ en una de las vicepresidencias, y por Di Bez en la otra. Pero después Di Bez se enteró que el propuesto por el PJ era nada más y nada menos que el nefasto “Turi” Rodríguez, un sujeto al que si le quitan los fueros de la noche a la mañana y le hacen una auditoría sorpresa a su patrimonio, el tipo tendría que salir disfrazado hacia Bolivia para que no lo encuentren y le impongan varias cadenas perpetuas. Obviamente que alguien como Di Bez no estaba dispuesta a tolerar a semejante descuidista como compañero, así que decidió retirar su nombre de la nómina (al final la reemplazó Abel Moya, un sindicalista que se declara “vecinalista” pero que a mi no me genera mucha confianza). La gente del PJ tuvo también algo de decencia, y terminó apartando a Rodríguez para que Frida Fonseca tome su lugar.

¿Cuál es la lección de este episodio? Yo creo que los políticos, para frenar a una fuerza destructiva y parasitaria como el PO, avanzan hacia la reunificación del peronismo. Lamentablemente.

Esto no es sólo una ocurrencia mía: el Diputado Provincial Marcelo Astún convocó a Juan Carlos Romero, a Alfredo Olmedo y a todos los que alguna vez pasaron por el PJ a retornar al partido para que en las próximas elecciones esa fuerza se asegure el imponerse ante el PO, a quien, supongo, ve crecer como la primera y tal vez única fuerza de la Oposición dispuesta a desplazar al actual Oficialismo del poder. Es que los tiempos están cambiando: el Júcaro, quien antes se imaginaba como un caudillo presidenciable, hoy en día se ha conformado con oficiar de embajador norteño de Sergio Massa y pretende usar el nombre del bonaerense para renovar su ya archiconocido rostro (y prontuario); en tanto que Juan Manuel Urtubey, ante la finalización de la fiesta kirchnerista, intenta pegar el salto nacional sin recibir apoyo de los propios ni interés de los extraños. Por tanto ya no parece haber discordia entre los peronistas, y todo indica que parece más factible verlos a todos ellos lograr la unidad, que seguir presenciando como se distancian los unos de los otros.

Lo que pretendo apuntar es que en la actualidad, con la economía desbarrancándose a causa del derroche y la corrupción, ya no hay diferencias entre los peronistas que se autodenominan “kirchneristas” y los que rechazan ese adjetivo. De ese modo, el año próximo, cuando la gente esté completamente indignada con los gobernantes peronistas, el voto se desviará hacia los que les hagan frente a los mismos. Y allí aparece el PO, como una hoguera que se alimenta de la bronca de la gente.

Pues bien, decía yo que López se equivocaba al afirmar que Olmedo se ha unido a Urtubey, Isa y Romero. Creo que la actitud de Di Bez lo prueba: el pacto republicano para salvar a las instituciones municipales de la plaga roja del PO era una necesidad, pero hay cosas que no se pueden tolerar, y una de ellas es que el infame “Turi” siga mandadando después de todas las que, justamente, se mandó. El temor de los peronistas de verse desplazados los estimula a reunirse, sin fijarse en los antecedentes que cada uno de estos dirigentes carga. Esa no es la idea del olmedismo.

El olmedismo, de hecho, es exactamente lo contrario a ese hambre de poder del peronismo contemporáneo. La renuncia de Di Bez es el mejor ejemplo. Y es también transparencia y apertura, como lo atestigua Carlos Zapata desde la Cámara de Diputados de Salta. Y, ciertamente, es salud, educación, trabajo, justicia, solidaridad, fraternidad, libertad, Dios, patria y bandera, o sea todo lo que ha dejado de ser el PJ (el Oficialismo), y todo lo que nunca será el PO (la Oposición).