domingo, 29 de marzo de 2015

El tercer polo

En busca de la República perdida

Ante la inminente elección presidencial de este año, la política argentina se reconfigura con la intención de abrir un ciclo y cerrar otro. Entre 2002 y 2008 nuestro país experimentó algo así como la “civilidad republicana”, pero –debido a que en ese lapso el peronismo y sus aliados no solucionaron el problema de la pobreza ni se preocuparon en erradicar la corrupción– desde 2008 hasta ahora el país se vio azotado por el populismo.

Entonces la política de hoy plantea una polarización clara: populismo contra republicanismo. El kirchnerismo, en cambio, pretende instalar la división ideológica entre la Izquierda (ellos) y la Derecha (los demás), división imposible de instalar debido a que para que haya ideología es condición sine qua non que haya República –siempre ha habido conservadores y progresistas, pero la división entre izquierdas y derechas surge justamente en la Primera República Francesa, después de la Revolución de 1789.

El centro, la izquierda y la derecha republicana

Dentro del republicanismo se encuentran Mauricio Macri, Sergio Massa y, probablemente, también Daniel Scioli. Los tres vendrían a ser el centro republicano, mientras que la izquierda estaría compuesta por el Frente Amplio Progresista residual que impulsa la candidatura de Margarita Stolbizer a la presidencia de la Nación. Los actuales macristas, massistas y sciolistas pueden pasar de un espacio a otro sin que nadie lo note, porque entre los tres líderes hay más coincidencias que discordancias. 

Un verdadero polo de Izquierda uniría al populismo kirchnerista, al progresismo residual y al protestarismo trotskista, pero difícilmente ese engendro vaya a conseguir las suficientes adhesiones de los votantes argentinos como para imponerse en una elección. Por eso sus miembros plantean otras estrategias: los populistas quieren seguir parasitando al peronismo, los protestantes sólo quieren retener su espacio de oposición mínima, y los progresistas afrontan la posibilidad de unirse a alguna de las coaliciones de centro (¿sería insólito acaso ver a Stolbizer como vicepresidente de Massa o Macri o incluso Scioli?).

La derecha republicana es algo que en nuestro país directamente no existe, por más que muchos cínicos o delirantes la quieran ver encarnada en Macri, Massa o Scioli. Y ni siquiera hay una derecha populista, como si existe el Frente de Izquierda y de los Trabajadores como su contraparte.  

El dilema de la UCR

Nadie puede negar que la política argentina está dominada por el Partido Justicialista. La Unión Cívica Radical había entrado en vías de extinción allá por el 2001, pero sobrevivió y se recuperó ocho años después gracias a que mantuvo su presencia en casi todas las provincias (salvo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en la provincia de Buenos Aires –y hasta cierto punto en Santa Fe–, en la otra mitad del país los radicales permanecieron con mayor o menor suerte como la alternativa viable al peronismo).

Hoy por hoy la UCR cuenta con una estructura nacional que conserva peso en todas las provincias, excepto Salta, Chubut, San Juan, y Tierra del Fuego. Sin embargo eso no le alcanza para generar un candidato relevante, entonces optaron por aliarse a Macri y Carrió.

La “izquierda” del partido, embelesada por la posibilidad de una alianza con el kirchnerismo, acusó a la UCR de estar regalando el partido a la “Derecha”. El resto de los militantes se lamentaron de que en el club republicano que armaron no ingrese Sergio Massa (y no porque Massa sea un cuadro republicanista inmejorable, sino porque temen que ese pacto con Macri le deje abierta la puerta a Massa para que reúna al PJ y, ¿por qué no?, termine alineándose con Scioli y disputándole la interna).

La estrategia Morales

Gerardo Morales, senador ucerista por Jujuy, es uno de los que temen que al excluir al massismo del club republicano las cosas se le compliquen en su distrito. Por eso sugirió que la UCR debe ir pegada a Macri, a Massa, a Stolbizer y a todos los opositores que vayan a sumar algún voto en la próxima elección. El sujeto piensa con la lógica de alguien que debe derrocar a una oligarquía feudal en su provincia: “nosotros apoyamos a todos a cambio de que todos me apoyen en mi cruzada”.

Los radicales de Tucumán, La Rioja y otras provincias con esquemas feudales similares a los de Jujuy están de acuerdo con la estrategia Morales (los radicales de Salta, en cambio, sabiendo que están lejísimos de hacer algo de ruido se la pasan criticando al massismo y al macrismo, y sosteniendo el ya extinto FA-UNEN, básicamente porque ellos no tienen nada que perder en su provincia, mientras que los radicales de Córdoba, en cambio, como tienen oportunidades reales de ganar con sus propias estructuras plantean la posibilidad de cortarse solos).

La oportunidad regional

En este escenario lo único que se discute es cuántos populistas quedarán insertos en la nueva república, y cómo serán las divisiones ideológicas de los políticos en el próximo ciclo democrático. El problema de la erradicación de la pobreza no es de discusión urgente, ya que los argentinos nos hemos acostumbrados a vivir en un país repleto de pobres, y de la corrupción nadie habla, porque pareciera ser un problema que se extinguirá cuando se extinga la dominación populista.

Yo, en lo personal, desconfío de los republicanos que llegan para cambiar al país. ¿Acaso el macrismo y el kirchnerismo no pactó en la Legislatura de la Capital Federal para azotar a la ciudad con planes de desarrollo inmobiliario que beneficiaban a unas pocas empresas constructoras? ¿Acaso los radicales y los peronistas de Jujuy no se aliaron en la Legislatura provincial para arreglar negocios comunes e imponer jueces con poca idoneidad?

Los políticos, republicanos o populistas, no dejan de ser una casta, la cual no tiene contrapeso porque se extinguió en la década de 1990 el Partido Militar. Por ello creo que lo que conviene es proponer un tercer polo que vaya más allá de la dicotomía Izquierda/Derecha o Populismo/Republicanismo. El tercer polo debe ser la dicotomía Honestidad/Corrupción.

Cuando Morales plantea su estrategia para que la UCR no se disuelva ante el PRO y fuerzas similares, yo lo que veo es a un republicano buscando superar a la Izquierda y a la Derecha pero no a la corrupción. ¿Entonces cómo instalar el polo Honestidad/Corrupción? Con gente nueva. ¿Y cómo permitir el ingreso de gente nueva a la política para mantenerla honesta? Catapultando a individuos libres de ideología, cuyo punto de referencia sea el terruño en el que viven. O sea un polo localista (salteñismo, jujeñismo, etc., o directamente norteñismo, patagonismo, etc.) con forma de ligas de ciudadanos asociados libremente en defensa de su región, y no con forma de partido representante de un sector social y, por extensión, de una ideología. 

Esto implicaría, por ejemplo, que en un mismo espacio converjan personas conservadoras y progresistas. Para que ese proyecto sobreviva, sería necesario plantear una agenda de coincidencias comunes –básicamente la reconstrucción de la República–, dejando de lado cuestiones morales (discusiones sobre el aborto, la eutanasia, el matrimonio entre homosexuales, el divorcio, el consumo legal de drogas, etc).

viernes, 27 de marzo de 2015

Hay que tapar los baches


Finalmente se produjo el debate entre Miguel Isa y Alfredo Olmedo. Quien garantizó las condiciones para un intercambio productivo fue el periodista Martín Grande. Hubo tres ejes importantes de discusión: la política, el narcotráfico y la educación. 

* Política: Isa criticó a la fórmula Romero + Olmedo porque ambos trabajaron con agendas políticas distintas mientras fueron legisladores (por ejemplo dijo que mientras uno votó por la nacionalización de YPF, el otro apoyó su privatización). Sin embargo eso sólo demuestra la miopía política del Intendente de Salta. 

En diciembre del año pasado, Sergio Massa aseguró que -después de ganar la presidencia- YPF retornará al norte de Salta. El propio Romero sostuvo que ello es lo mejor que puede sucederle a la provincia. Esto es signo de que, más allá de lo que haya sucedido en el pasado, la fórmula Romero + Olmedo piensa en el futuro del país. Si Romero ahora se arrepiente de lo malo que hizo y quiere enmendarlo, creo que hay que darle la posibilidad. La gente que va a votar a Romero no lo va a hacer sólo por lo que hizo, sino fundamentalmente por lo que hará. 

* Narcotráfico: consultado por el tema, Olmedo dijo que desde el gobierno va a trabajar para que la frontera argentino-boliviana deje de ser un colador. Propuso utilizar drones, derribar aviones sospechosos y aumentar la presencia de la Gendarmería Nacional y del Ejército Argentino para frenar la narcolonización. 

Isa, en cambio, sólo volvió sobre lo mismo preguntando: ¿por qué habría que creerle a Romero que frenará el narcotráfico si en sus 12 años como Gobernador no lo hizo? Otra vez la miopía. En los últimos 10 años el avance de la droga en nuestro país ha sido impresionante. Cuando Romero fue gobernador también ingresaba la droga, pero no en el grado en que lo hace hoy en día. Entonces es buen momento para que Romero corrija aquello que no corrigió en su momento (y ante que Urtubey tampoco hizo demasiado para eliminarlo).  

* Educación: en este asunto Isa se comportó como un tecnócrata, dándole la razón a Olmedo. Básicamente el Intendente de Salta empezó a sacudir cifras: el gobierno de Urtubey aumentó en 930% el presupuesto destinado a la educación, el 50% de las escuelas ranchos que habían en Salta fueron sustituídas por escuelas modernas, el 87% de los alumnos salteños van a la escuela pública, lo que significa que la educación privada es desestimada por las familias que confían en el sistema de enseñanza auspiciado por el gobierno. 

Sin embargo esos datos sólo ocultan la realidad. Olmedo señaló que hoy en día muchos alumnos pasan de curso porque el gobierno presiona para que se apruebe a los chicos en lugar de para que se les enseñe correctamente. Los docentes, ante esta situación, son comprados por el gobierno, que les pide que toleren toda clase de faltas disciplinarias y les den acceso al título a jóvenes que llegan a la mayoría de edad sin saber leer o calcular. Entonces ni el docente es feliz (ya que no puede hacer su trabajo como corresponde), ni los jóvenes obtienen nada positivo (ya que terminan la escuela sin haber adquirido cultura general, ni instrumentos de razonamiento crítico, ni valores útiles para la vida cotidiana).   

En conclusión es obvio que Salta está llena de baches, y que Isa y Urtubey están cómodos con ese escenario. Pero los salteños nos merecemos una provincia sin baches. 

sábado, 21 de marzo de 2015

Unidos por la nueva política

Algo de lo que se habla hoy en día es de las alianzas políticas. La UCR se alía a Carrió y Macri, pero deja a Massa afuera. Entonces no se crea un polo post-kirchnerista que tendría por misión restablecer la política en la Argentina, sino que ante el proyecto centrista de Massa se antepone una opción de antikirchneristas. Por tanto el voto patriota se divide en dos, y favorece al Oficialismo. 

Quizás el país necesite coaliciones, pero la Argentina no es terreno apto para ideologías: la izquierda y la derecha no existen aquí, existen izquierdistas y derechistas dispuestos a cambiar sus posiciones según les convenga a ellos. Entonces ninguna coalición de políticos argentinos puede desarrollarse según un criterio ideológico.

El criterio que tiene que primar en la política argentina para aunar dirigentes es la intención renovadora. Llevamos casi 32 años de Democracia 83 (o DDHHemocracia) y ya se han cumplido tres ciclos políticos: el alfonsinismo, el menemismo y el kirchnerismo. En las próximas elecciones parece que se inaugura un nuevo ciclo, pero, se llame "sciolismo", "macrismo" o, incluso, "massismo", el peligro es que termine asemejándose a los demás. Un ciclo más de DDHHemocracia es repetir la misma historia que se repite desde hace 32 años. Y los argentinos necesitamos un país distinto.

Por eso digo que las coaliciones de hoy deberían hacerse no sobre la base de la “normalización” (como es, por ejemplo, el discurso del macrismo y del massismo), sino sobre la base de la superación. La DDHHemocracia no ha funcionado nunca, y eso es culpa de los políticos –Alfonsín tuvo que enfrentarse a militares, pero Menem y Kirchner no tuvieron esa presión, y aún así sus gobiernos fueron infames fracasos. ¿Por tanto para qué queremos que funcione algo que ya está caduco?

La coalición renovadora tiene que superar esa mogoliquez política del “con Fulano no me tomo ni un café”, porque eso es la ideología y, como ya lo señalé, nuestro país no es apto para la ideología (pues la ideología es un lujo para los ociosos, y la tarea del argentino es la de sobrevivir a los vendavales). La coalición renovadora puede unir a peronistas y radicales, progresistas y conservadores, izquierdistas y derechistas, todos ellos preservando su identidad, pero comprometidos todos a demoler la DDHHemocracia para crear algo mejor. Sólo unidos podemos construir la nueva política.  

miércoles, 11 de marzo de 2015

El PRS gobierna Terra Nostra

El pacto entre Zottos y Villalba trasluce lo bajo que ha caído el histórico Partido Renovador Salteño. Aquella fuerza política que fuese alguna vez la esperanza de miles de ciudadanos salteños deseosos de vivir de una vez por todas en una República que funcione como tal, hoy en día no es más que un nido de gente de mala fama, oportunistas y cobardes. La dirigencia del PRS, por una mordida de poder, prostituyó al partido. 

Me apena mucho ver cómo otro partido es licuado por el PJ. Lo único que me consuela es saber que los renovadores con dignidad dejaron el partido y, hoy en día, apoyan la fórmula Romero + Olmedo. 

martes, 10 de marzo de 2015

Liendro: cerrá la cola un minuto aunque sea

Mercedes Junco hizo algo políticamente incorrecto: decir la verdad. “Muchas veces la violencia [doméstica] es culpa de las mujeres” fue la frase que pronunció en un programa de televisión.

Descontextualizadas, las palabras de Junco suenan raras, más considerando que ella es una funcionaria del gobierno salteño que trabaja en el Ministerio de Derechos Humanos de la provincia. Sin embargo lo que dijo es coherente, y no sólo eso: también es perfectamente consistente con el discurso oficial del progresismo contemporáneo. En efecto, Junco sostuvo que las madres deben adquirir el hábito de distribuir las tareas hogareñas entre todos sus hijos (mujeres y varones), ya que la costumbre actual entre las mujeres con las que trata a diario, mujeres provenientes de los sectores más carenciados, es la de inculcarle a las hijas mujeres las tradiciones hogareñas y evitarles a los hijos varones el aprendizaje de las mismas. Esto, según Junco, genera una relación conflictiva entre hombres y mujeres, porque el sistema laboral actual obliga a que las mujeres dejen la seguridad del hogar para ir a buscar el sustento material junto a los maridos (si es que los tienen), entonces ya no se puede criar a los hijos según ese patrón de comportamiento en el que ellas permanecían en casa y ellos andaban afuera. Las mujeres mismas, según esta perspectiva, estarían perpetuando el modelo de la mujer sumisa y el hombre autoritario.

El discurso de Junco es perfectamente realista. En lo personal creo que el Estado debería hacer más por mantener vigente el modelo tradicional de familia y las prácticas sociales que de él emanan, pero se comprende que Junco, desde su posición en Derechos Humanos, hace y dice lo que juzga como lo más provechoso en el escenario actual.

Ahora bien, el problema es que Rodrigo “Victoria” Liendro ignoró (¿a propósito?) todo lo que Junco dijo, y sólo se quedó con la frase de que a la culpa de la violencia doméstica la tienen en ocasiones las mujeres. Desde su cuenta de Twitter, este muchacho no vaciló en repudiar a Junco. Y, por supuesto, la prensa a la que le encantan los pleitos recogió las tonterías de este inepto de Liendro y desató una jornada de linchamiento contra Junco.

Liendro, más allá de cobrar un abultado salario como funcionario municipal salteño, no ha hecho nada por Salta más que, desde su posición, generar disputas y conflictos. El sujeto no está en el gobierno para sumar, no pretende mejorar la vida de los salteños, sólo le interesa impulsar su agenda: el elegebetismo. Pero el verdadero problema no es él, es aquel que se lo permite, es, en este caso, Miguel Isa, actual Intendente de Salta, y ladero de Urtubey en las próximas elecciones. 

jueves, 5 de marzo de 2015

Sombras y luces de Urtubey

En el sitio Noticias Iruya.com publicaron una lista con cincuenta situaciones que pueden ser consideradas fracasos de la gestión de Urtubey como Gobernador de Salta. En esa lista aparece, por ejmplo, el drama del asesinato de las turistas francesas en la Quebrada de San Lorenzo, el uso de una fotografía del propio Urtubey en la portada de los manuales escolares de 4º año de la escuela primaria, y la distribución de planes ProCreAr y de viviendas construidas con fondos públicos a gente adinerada y vinculada al gobierno. También es criticable la aplicación del voto electrónico, el espionaje a políticos opositores y el nepotismo entre otras muchas cosas.

Pero hay cosas en esa lista que lejos están de ser errores, ya que, por el contrario, constituyen buenos aciertos de Urtubey: 

* Rechazo a la sentencia de la Corte Suprema sobre abortos no punibles
* Imposición de prácticas de religión católica en las escuelas públicas de Salta
* Fomento de los cuerpos de Policía Infantil en contra de los tratados internacionales
* Donación masiva de terrenos públicos a la iglesia católica
* La declaración de la emergencia social en materia de violencia de género
* El rechazo al matrimonio igualitario y el voto en contra de los legisladores afines al Gobernador
* El rescate del juez Soria, que quiso obligar a una menor violada a dar su hijo en adopción
* La asociación de PAVICEI a los controles de vehículos y conductores que efectúa la autoridad

domingo, 1 de marzo de 2015

Pena de muerte para narcotraficantes

China, Irán, Cuba, Corea del Norte, Vietnam, pero también India, Egipto, Marruecos, Arabia Saudita e incluso EEUU coinciden en algo: en todos esos países es aplicable la pena de muerte para narcotraficantes. 

En la Argentina no. No hay pena de muerte para narcotraficantes, ni para ningún otro tipo de delincuente. 

Sin embargo ahora nos enteramos de eso:
Recuerdo al Diputado (MC) Alfredo Olmedo proponer un paquete de medidas legislativas para, desde la lógica punitiva, darle una solución al problema de las violaciones. Entre las medidas se proponía contra el agresor a la castración quirúrgica, a la prisión perpetua efectiva (es decir encierro vitalicio) y al aislamiento en cárceles construidas en regiones poco habitadas y climáticamente hostiles como la Puna. 

Pues bien, creo que si no vamos a fusilar a Los Monos y a los que son como ellos, creo que la solución al narcotráfico viene del lado de una lógica punitiva severa: encierro en cárceles construidas en regiones poco habitadas y climáticamente hostiles, prisión perpetua efectiva (es decir encierro vitalicio) y abandono forzoso de la carrera delictiva. Esto último sería así: así como en EEUU, para proteger a los testigos, se les cambia la identidad y se los envía a ciudades alejadas en las que cortan lazos con familiares y amigos para garantizar su seguridad, aquí, para garantizar nuestra seguridad, a los narcos presos se los debería enviar a esa cárceles especiales, en donde a través del aislamiento comprendan que lo suyo es un delito de lesa humanidad y acepten que -debido a que han escogido el crimen como forma de vida- ahora ya no podrán volver a ver a sus familias ni a sus amigos.