sábado, 31 de octubre de 2015

Argentina contra la pared

José Luís Bruno, el actual Fiscal Federal de Orán, hizo algo extraordinario en la Argentina de hoy: ser realista, coherente y práctico. ¡Tremendo pecado! Concretamente el funcionario judicial señaló que la ciudad boliviana de Bermejo ha crecido enormemente en los últimos tiempos y eso hizo que se convierta en una base de operaciones del crimen organizado; de allí que, para Bruno, una muralla en Aguas Blancas ayudaría a controlar el narcotráfico y el contrabando que azota a diario a la región.

Amurallarse no es un gesto amable, pero es una necesidad. Ciertamente los muros no son la solución definitiva a los problemas fronterizos, pero son un instrumento muy útil para contribuir con el avance del crimen. Igual que poner rejas sobre las ventanas de una casa.

Es por ello que resulta asombrosa la reacción de muchos personajes e instituciones salteñas. Baltasar Lara Gros, un diputado provincial oficialista, hijo del intendente de Orán, sostuvo que la medida es inútil porque es paliativa. Nadie dice lo contrario, pero ello no vuelve a la idea de la muralla en una mala idea. Todos estamos de acuerdo en que la muralla es una medida primaria, un gesto necesario para anunciar el fin de fiesta. Si Lara Gros cree que poniendo una pared se resuelve todo, entonces significa que este político es corto de vista y no tiene capacidad para comprender que la realidad se cambia paso a paso.  

Lara Gros asegura además que en la frontera entre México y EEUU hay una muralla, y aún así la droga sigue ingresando al país anglosajón. Ello, claro, es cierto, pero lo que el legislador no menciona es que el tráfico de drogas sería mucho más sencillo si el muro no existiese.

Los argumentos anti-muralla de Silvia Jarzún son aún mucho más graves que los de Lara Gros: según la dirigente peronista el blindaje debe ser sólo simbólico, mas no físico. O sea que con trabajo y educación, la droga no pasará. El pensamiento es agradable y políticamente correcto, pero olvida que los que mueven la droga que se exporta son gente con estupendos trabajos (la mayoría está en el gobierno) y con educación de sobra (hay abogados, contadores, etc). La muralla no salvará al chico que está en la calle fumando paco, pero servirá para que el que le entrega el paco al que se lo vende al fumador no pueda hacerlo con la impunidad que lo hace hoy en día.  

Sin embargo quien se llevó los laureles de la estulticia (o de la complicidad) es Ricardo Díaz, el cónsul boliviano en Salta. Según este diplomático, la muralla detendría la “unidad latinoamericana”. ¿Acaso este hombre cree que una pared puede frenar un sentimiento? ¿Lo dice por imbécil o por desgraciado? 

Y para empeorar las cosas, el tal Díaz sostuvo que no debe pensarse en el narcotráfico como algo relacionado a la inmigración. Si bien es cierto que la producción de drogas en territorio argentino crece día a día, lo cierto es que los estupefacientes siguen ingresando en cantidades gigantescas a través de las fronteras nacionales, especialmente a través de la frontera norte. No es un secreto que el 90% de la cocaína que penetra en nuestro país lo hace a través del espacio boliviano, y tampoco es un secreto que existen las “mulas”, que son gente que carga con la droga encima suyo y cruza de un país al otro como si fuese alguien honesto haciendo un simple viaje internacional.

Para rematar este asunto, el infaltable INADI –una de las más costosas sucursales de La Cámpora– emitió un comunicado acusando al Fiscal Bruno de ser un xenófobo por querer defender la legalidad. Insólitamente, el funcionario judicial terminó por ceder ante la presión y se desdijo públicamente.

En Misiones el gobierno de la provincia decidió hacer lo que en Salta es sólo una ilusión: ellos ya han levantado el muro y están controlando la frontera de modo tal que a los narcotraficantes y a los contrabandistas no les resulte tan sencillo atacar a la Argentina. La guerra contra los criminales tiene otra dimensión en Misiones: allí los argentinos parecen querer derrotar al enemigo. Aquí, en cambio, ellos nos tienen contra la pared.

jueves, 22 de octubre de 2015

Me da vergüenza Victoria Donda

Me da vergüenza Victoria Donda. Mucha. Y es injusto, porque quien debería sentir vergüenza es ella. Sin embargo nada: pide que sea legal el asesinato de inocentes, pide que la droga inunde las calles y destruya cerebros libremente, pide que los delincuentes sean alojados en cárceles con puertas giratorias y que los policías combatan al crimen con silbatos y aplausos. Todo ello sin sentir vergüenza. Al contrario: siente orgullo. La carrera política de esta mujer es producto de la culpa de la sociedad argentina, una culpa que antes no existía, y que empezó a crecer cuando nos dijeron que había que avergonzarnos porque nuestros soldados ganaron una guerra. Mientras eso pase, Donda seguirá enquistada en el poder, y quienes sufriremos de la vergüenza seremos nosotros y no ella, como debería de ser en realidad. 


viernes, 16 de octubre de 2015

"No es problema mío"

Consultados acerca del aborto, los candidatos dijeron: 
Miguel Nanni, Cambiemos 
El tema ya está tratado, ya hay un decreto reglamentario nacional, está especificado en el código penal, me parece que en este punto nosotros, hoy, la sociedad ya tiene por lo menos, en este plazo, una solución provisoria. Me parece que dentro de poco, culturalmente, va a llegar el tiempo de volver a discutir el tema. 
Javier David, Frente para la Victoria 
No es una discusión, se ha avanzado con el fallo de la corte de justicia, pero me parece que son casos puntuales. Todavía necesitamos educación sexual, necesitamos poder entrar en las escuelas, necesitamos poder prevenir, necesitamos poder hacer una serie de cuestiones vinculadas a la salud de la población para después ir a una discusión mucho más amplia. Yo no estoy de acuerdo.
Por lo visto Nanni está feliz con que "provisoriamente" se autorice el asesinato de niños inocentes. En tanto que David no está de acuerdo con el aborto, pero ello no significa que está en contra. 

En cambio lo de Olmedo es totalmente distinto:
Alfredo Olmedo, UNA
Yo siempre a favor de la vida. Y si me tengo que quedar nuevamente solo defendiendo la vida, me voy a quedar así defendiendo la vida como corresponde.

domingo, 4 de octubre de 2015

La máquina de hacer pobres

Alfredo Olmedo lo ha dicho sin ambigüedades:
“El kirchnerismo tuvo la virtud de insertar a mucha gente en la pobreza”, aseguró el dirigente salteño que sueña con ocupar por segunda vez una banca en el Congreso Nacional y remarcó que “limitar los ingresos con un plan y no permitirle a las personas tener una salida laboral” incrementa los niveles de pobreza en la provincia y el país. 
En Argentina lo único que le interesa al kirchnerismo es el poder, y debido a ello construyó una fábrica de pobres para mantenerlo. El kirchnerismo -que en un principio levantó la bandera peronista de que la principal tarea política es la de otorgar y ampliar derechos a la ciudadanía- hoy ha quedado reducido a una maquinaria de crear pobres para sostenerse en el poder. Y, como dijo Elisa Carrió, la inseguridad y el narcotráfico serían menores si la pobreza no fuese parte del paisaje aceptado de nuestro país. 
Durante la entrevista que mantuvo con La Gaceta, el ex legislador respaldó las propuestas del candidato a presidente Sergio Massa, al sostener que los planes sociales “deben ser por ley para que nadie los toque y además debe dársele a las personas la posibilidad de tener un trabajo digno”. 
Quizás haya gente que encuentre chocante esa propuesta de institucionalizar a los planes sociales, puesto que para muchos deben erradicarse. Sin embargo, si se le quitan los planes sociales a los ocho millones de argentinos que los reciben, es probable que se desate el caos social. ¿Cuál es la solución entonces? Ampliar los planes sociales para que lleguen a toda la población. ¿Por qué sólo las mujeres sin empleo deben cobrar la asignación universal por hijo y no todas las mujeres que tienen hijos? ¿Por qué no hay una renta básica universal para todo argentino?