sábado, 21 de marzo de 2015

Unidos por la nueva política

Algo de lo que se habla hoy en día es de las alianzas políticas. La UCR se alía a Carrió y Macri, pero deja a Massa afuera. Entonces no se crea un polo post-kirchnerista que tendría por misión restablecer la política en la Argentina, sino que ante el proyecto centrista de Massa se antepone una opción de antikirchneristas. Por tanto el voto patriota se divide en dos, y favorece al Oficialismo. 

Quizás el país necesite coaliciones, pero la Argentina no es terreno apto para ideologías: la izquierda y la derecha no existen aquí, existen izquierdistas y derechistas dispuestos a cambiar sus posiciones según les convenga a ellos. Entonces ninguna coalición de políticos argentinos puede desarrollarse según un criterio ideológico.

El criterio que tiene que primar en la política argentina para aunar dirigentes es la intención renovadora. Llevamos casi 32 años de Democracia 83 (o DDHHemocracia) y ya se han cumplido tres ciclos políticos: el alfonsinismo, el menemismo y el kirchnerismo. En las próximas elecciones parece que se inaugura un nuevo ciclo, pero, se llame "sciolismo", "macrismo" o, incluso, "massismo", el peligro es que termine asemejándose a los demás. Un ciclo más de DDHHemocracia es repetir la misma historia que se repite desde hace 32 años. Y los argentinos necesitamos un país distinto.

Por eso digo que las coaliciones de hoy deberían hacerse no sobre la base de la “normalización” (como es, por ejemplo, el discurso del macrismo y del massismo), sino sobre la base de la superación. La DDHHemocracia no ha funcionado nunca, y eso es culpa de los políticos –Alfonsín tuvo que enfrentarse a militares, pero Menem y Kirchner no tuvieron esa presión, y aún así sus gobiernos fueron infames fracasos. ¿Por tanto para qué queremos que funcione algo que ya está caduco?

La coalición renovadora tiene que superar esa mogoliquez política del “con Fulano no me tomo ni un café”, porque eso es la ideología y, como ya lo señalé, nuestro país no es apto para la ideología (pues la ideología es un lujo para los ociosos, y la tarea del argentino es la de sobrevivir a los vendavales). La coalición renovadora puede unir a peronistas y radicales, progresistas y conservadores, izquierdistas y derechistas, todos ellos preservando su identidad, pero comprometidos todos a demoler la DDHHemocracia para crear algo mejor. Sólo unidos podemos construir la nueva política.  

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