martes, 21 de mayo de 2013

El cóndor se queda

Monumento al Combate de Manchalá, hoy desaparecido.
Cuando hace unas semanas desmantelaron el monumento a los Bravos de Manchalá, José de Álzaga escribió:

Se estremece mi espíritu al comprobar cómo estos vándalos han podido atentar contra ese mojón que recordaba a los hombres que expusieron sus vidas para que la Celeste y Blanca no fuera mancillada por los prosélitos del trapo rojo y la violencia irracional. 
Pero claro, qué menos se podía esperar que ocurra en las tierras gobernadas por ese tunante de Juan Manuel Urtubey, cultor pasivo de la decadencia “progre” y los desvaríos posmodernos, a quien le importa más jugarse el pellejo en levitaciones artificiales en lugar de pisar la realidad. Por este camino, la Salta de los Milagros está cada vez más expuesta a que se convierta en la Salta de la Milagro; pero de la Milagro Sala.
¡Conciudadano, hemos sido invadidos por los esbirros más execrables del pensamiento maoísta-leninista! Y la ignominia tiene nombre y apellido: el más jacobino de estos felones se llama Martín Ávila, un abogadito que debe haber obtenido su título en la Universidad de las Madres con la tesis “El caño tumbero y el abigeato apátrida”. Digno discípulo del parricida Shoklender que desplumó a su propia mentora, éste hace lo mismo con quienes subvencionan con sus “impuestazos” sus delirios de izquierda. 
Éste partisano del colectivismo es el mismo que ya intentó bajar de su pedestal al noble Virrey Don Francisco de Toledo y le cambió su nombre a la tradicional avenida salteña. Tan inculto es este Ávila que desconoce que su propio apellido proviene del linaje de los fundadores de la homónima ciudad hispana, cuna de los más rancios conquistadores. Si vergüenza tuviera ya debiera ir cambiando su apellido por Cienfuegos, que le iría más apropiado. 
¡Salteños, dejadlo avanzar y mañana os sacará a Martín Güemes para colocar en el pináculo al “Che” Guevara, aduciendo que se trata de cambiar un barbado por otro, pero más “progre”! 
La biología enseña que estas pirañas del presupuesto público depredan en cardumen, y a conformar esta asociación de lúmpenes de la historia viene asociado ese ser de mirada estéril y expresión de larva desahuciada, intitulado civilmente como Tomás Salvador Rodríguez, cuyo nombre de guerra es “Turi”, apelativo más apropiado para llamar a un can que aceptable para un humano. Es éste mismo a quien sus compañeros de parrandas nocturnas han intitulado como “el vinchuca”, porque “duerme de día y chupa de noche”, una vulgaridad, sin duda, pero ajustada a su ser. 
Estos dos gnomos de vivero argumentaron la destrucción del Monumento a Manchalá porque homenajeaba al llamado “Plan Cóndor”, cuando esa ave es el símbolo de las tropas de montaña, el mismo que lucía el General Perón (Que caminó los Cerros San Bernardo y 20 de Febrero un 15 de Setiembre de 1942) y que portan los Granaderos a Caballo del General San Martín. ¿Qué harán ahora estos dos confusos mentales? Debieran desafiliarse al Partido Justicialista en repudio a Perón y promover el retiro del Monumento al Libertador para colocar en su lugar a León Trostky. 
Ayer, afortunadamente, un grupo de personas optaron por defender la dignidad salteña, creando la Junta Promotora “Memoria Héroes de Manchalá”:
“En respuesta a la demolición del Monumento al Combate de Manchalá, que rendía homenaje a nuestros soldados salteños de la Compañía de Ingenieros de Montaña 5, emplazado en el Batallón de Ingenieros 5, de la Vta Brigada de Montaña, creemos necesario reivindicar este capítulo de la historia argentina y salteña. Nos vemos en la obligación moral de defender la memoria y el honor de estos hombres, que enfrentaron con total hidalguía el ataque subversivo a la escuela ubicada en la localidad de Manchalá, en la que estaban realizando tareas de acción cívica”, reza el texto del acta constitutiva de la junta.
La Junta Promotora tiene como objetivo construir un nuevo Monumento en honor a los soldados salteños que lucharon en el Combate de Manchalá. Para ello solicitará mediante nota al Ministro de Defensa de la Nación, Dr. Arturo Puriccelli, la restitución de las placas originales que formaban parte del monumento; mientras que se elevará al Intendente de la Ciudad de Salta, Miguel Ángel Isa, la donación de un espacio público para emplazar el nuevo monumento que conmemora el Combate.
Entre los firmantes presentes se encontraban: Andrés Suriani, Javier Cornejo, Julio San Millán, Alfredo Olmedo, Mario Cabanillas, Sergio Bassani, Ricardo Gómez Diez, Agustín Pérez Alsina, Guillermo Durand Cornejo, Martín Grande, Rubén Segura, Marcelo Dorado, entre otros.
Los soldados que estuvieron en Manchalá lo hicieron para defender la Constitución. Retirar el monumento es lo mismo que homenajear a los miembros del ERP, que avanzaban por las selvas tucumanas con toda la intención de asesinar hasta imponerse. ¡Que la decadencia pase y el cóndor se quede!

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