martes, 28 de mayo de 2013

¡Manchalá no se rinde!

Eran doce soldados salteños, mandados por dos suboficiales, cumpliendo aquel 28 de mayo de 1975, en tiempos de vigencia del orden constitucional, con la ley que les imponía el servicio militar obligatorio. 

Aquella mañana, mientras pintaban la escuela de Manchalá, fueron sorprendidos por un número muy superior de irregulares, a quienes con valor y coraje supieron enfrentar y derrotar. Ganaron para la historia grande de nuestra Patria el mote de "Los bravos de Manchalá", y para su unidad, la Compañía 5 de Ingenieros, una medalla y el nombre "Combate de Manchalá". Un pueblo agradecido y un ejército orgulloso de sus hombres levantaron en el cuartel donde se formaron un túmulo para recordar tan heroico acto. Hoy, ese monumento fue destruido.

Más allá de tanta falta de gratitud para con nuestros héroes, el amor por la Patria permanece indestructible en el alma de tantos argentinos de bien. A ellos nos debemos.

José María Curá

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