Oficialismo Salteño, Ciudadanía Salteña y Oposición Salteña. |
Para decirlo brevemente: una
elección se polariza cuando la oferta electoral se reduce a dos alternativas bien
definidas. En este caso a nivel nacional se busca generar un frente
anti-kirchnerista (la
Oposición ) que se mida ante un frente kirchnerista (el
Oficialismo), y se intenta que ello se repita en todas las provincias. El
problema no es aquí el Oficialismo, pues todos sabemos que dentro de sus filas
sólo hay un ejército de acomodados y que el grueso de sus votos provienen de
esos compatriotas a los que les han arrebatado la libertad y les han alquilado
la dignidad a cambio de unos planes sociales. En el siglo XIX fue el propio
Karl Marx quien, al hablar de las fuerzas no productivas de la sociedad, identificó a los kirchneristas del siglo XXI: para el autor alemán existía el mundo del trabajo
del cual estaban excluido los lúmpenes y los oligarcas, unos, los lúmpenes,
porque no trabajaban y vivían de la caridad de los demás (los actuales “planeros”),
y los otros, los oligarcas, porque tampoco trabajaban y vivían de las rentas
que recibían por ser propietarios de la tierra y del Estado (los actuales
funcionarios K).
Actualmente el verdadero problema, como ya
dije, no es el Oficialismo, sino la Oposición , pues se supone que ésta debe
representar a la mitad trabajadora de este país. Sin embargo no lo hace. ¿Por
qué? Porque quienes la encabezan y la pretenden hegemonizar son los que antaño
eran parte del Oficialismo. Ellos tienen la culpa de haber engendrado a este perverso
monstruo que es el kirchnerismo y ahora, cuando todo tiembla en este país,
aparecen para desplazar a los K y tomar su lugar. ¿Acaso hay que creerle a
Romero si dice que quiere recuperar la cultura del trabajo cuando él fue
artífice de su destrucción? Suena poco convincente.
Ahora bien, concretamente en
Salta la polarización tiene un obstáculo gigantesco llamado “Alfredo Olmedo”. En nuestra provincia el normal movimiento de politiqueros que se turnan para administrar la
decadencia nacional se encuentra complicado por el amarillo que inunda de fe,
esperanza y amor a los salteños. Por ello los periodistas, ese hato de
mercenarios amantes de la falsificación, nos informan permanentemente sobre los
intentos del Oficialismo y de la
Oposición de ganarse el apoyo de Olmedo.
Hace un par de meses Rodolfo Urtubey, el Oficialismo, dijo que Olmedo “tranquilamente puede ser gobernador
de Salta”. Ayer Aroldo Tonini sostuvo que Romero, la Oposición , espera a
Olmedo para sumarse a su campaña “con las puertas abiertas”. ¿Por qué el
Oficialismo y la Oposición
intentan seducir a Olmedo? Es bastante obvio que lo hacen porque no quieren
quedarse afuera. Es decir el miedo de competir en contra de Olmedo saca a luz que en las próximas eleccioens el actual Diputado Nacional será el más votado en Salta en el rubro “Senador
Nacional”, obteniendo así las dos bancas de la mayoría en juego, y dejando a la
tercera banca, la de la minoría, en la disputa entre Romero y Urtubey. Por ello la urgencia de tentar a Olmedo: si el legislador pacta con cualquiera de los dos, el beneficiado obtendría el triunfo, pero el otro, el supuesto némesis, aún derrotado se aseguraría también su lugar, facilitando todo para que las cosas nunca cambien en este país.
Un acuerdo de Olmedo con el Oficialismo o conla Oposición lo único que
lograría es que la corrompida política argentina siga su rumbo, permitiendo que
el manejo de los destinos del Estado se aleje cada vez más del ciudadano
trabajador del país y caiga en manos de los oligarcas de siempre.
Un acuerdo de Olmedo con el Oficialismo o con
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