sábado, 13 de julio de 2013

Una mañana en Tartagal

Vecinos del barrio Tomás Sánchez –un sector con muchas carencias perteneciente al municipio de Tartagal– cortaron la ruta nacional 34. Estaban enfurecidos con Roberto Pardo, un puntero que responde al Intendente Sergio Leavy, pues él es el único en esa área cuya vivienda goza de los servicios básicos mientras a las demás casas les falta prácticamente todo en materia de infraestructura.
    
Por esas casualidades de la vida, Alfredo Olmedo se encontraba en la zona, visitando el Norte provincial como parte de sus actividades de campaña para Senador Nacional. Así fue que se topó con el piquete y se ofreció como mediador. Vecinos y autoridades municipales se reunieron, entonces, en la sede del gobierno de la comuna para entablar el diálogo y buscar una salida pacífica al conflicto.

El episodio no tiene nada de extraordinario: corruptos de un lado, gente exigiendo lo que le corresponde por derecho del otro, y un hombre de buena voluntad intentado apaciguar el incendio en el medio. Lo que si es llamativo es la reacción de las autoridades de Tartagal. El propio Sergio Leavy dijo que sospecha de que hubo “algo raro”, pues considera a los conflictos como algo “inducido”. Y es verdad: el reclamo de la gente fue inducido… inducido por la bronca de saberse argentinos y ser tratados peor que como tratan a los extranjeros, inducido por la desidia y el desinterés que frente a sus problemas manifiesta el gobierno, inducido por el sentimiento de querer frenar tanta corrupción que los azota.

Cínicamente Leavy apuntó que “empezamos con las cloacas, y enseguida aparecen los reclamos por la instalación de gas”. Es lógico. Algunos trabajan sólo cada dos años, en épocas de elecciones para cosechar votos. Si los vecinos no exigen la pronta instalación de la red de gas natural que esperan desde hace décadas, entonces tendrán que esperar a la próxima elección para tener aquello que es tan fundamental para la vida cotidiana.  

Diego Andriano, el brazo derecho de Leavy, fue aún más cínico que el Intendente. Dijo textualmente: “no dejé de decirles a la gente de Tomás Sánchez –que hace 40 años que esperan por las cloacas– que no les hace nada esperar dos semanas más”. Increíble. Y más increíble aún fue lo que sostuvo con respecto al tal Pardo: “ya hemos pasado memorandum al asesor legal del municipio, en donde se pide que se inicie el sumario administrativo correspondiente y que se investigue hasta las últimas consecuencias”. Si Olmedo no intervenía, ¿la Municipalidad de Tartagal iba a plantear las soluciones tan velozmente?

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