domingo, 22 de junio de 2014

Un nuevo agravio en forma de billete

Manuel Belgrano, además de militar, fue un abogado que murió en la pobreza. Pero junto a las armas y a las leyes, Belgrano también se interesó en los recursos y los intercambios, por lo que la historia lo recuerda además como economista. A raíz de ello, el anuncio de los retoques al billete de 10 pesos parece una burla a su figura.

Hace quince años atrás, un billete con el rostro de Belgrano equivalía a 10 dólares; hoy en día, en cambio, con ese mismo billete se puede obtener apenas un puñado de monedas que suman algo así como unos 0,85 centavos de dólar.  

Pero más allá del asunto económico, el billete carga con un simbolismo. A 196 años de su muerte, los argentinos lo apreciamos y le agradecemos a Manuel Belgrano por todo lo que hizo en vida. Pero la mayoría lo ve como un ejemplo de valentía y entereza, como un referente, y no como un antepasado. Para los kirchneristas, por el contrario, hay una continuidad entre Manuel Belgrano y Néstor Kirchner, continuidad que sólo ellos perciben. En la delirante imaginación de los kirchneristas Néstor Kirchner hubiese sido tan capaz de comandar a las fuerzas patriotas en la Batalla de Salta, como Manuel Belgrano de saltar extasiado al ver una caja fuerte de un metro de altura. Por ello modificaron el retrato del prócer y le alteraron la mirada: quieren que Belgrano y Kirchner sean una y la misma persona.  

Una redecoración innecesaria


El Kirchnertrucho

Sin embargo el nuevo dibujo se parece más a Julio Bocca o a Pablo Rago, es más bien un simulacro de Belgrano.

De todos modos lo que también llama la atención es la idea de incluir a Juana Azurduy de Padilla en el papel. Es cierto que esa mujer luchó por la Patria y merece cierto reconocimiento en nuestro país -pese a que las circunstancias la hayan colocado después en el panteón boliviano de héroes. Sin embargo, antes que Juana Azurduy de Padilla, hubo generales más valientes que ella (de hecho la esposa de Manuel Ascencio Padilla murió con el título de Coronel). Uno de esos generales es Martín Miguel de Güemes, tan o más merecedor de figurar en los billetes de 10 pesos que la guerrera chuquisaqueña. O quizás todos (Belgrano, Juana Azurduy de Padilla, Güemes) deberían figurar cada uno en un billete, billetes de 10 pesos, pero también de 200 y 500, billetes fabricados con gastos coherentes para una república al borde la bancarrota como la han condenado a la nuestra.  

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