Hay que distinguir a la “droga”
del “narcotráfico”. Lo primero refiere a ciertas sustancias que causan una
serie de reacciones químicas sobre el cerebro, provocando alteraciones en el
modo de percibir la realidad y ocasionando estupor sobre la mente. Lo segundo,
en cambio, remite a un gigantesco negocio que anualmente mueve millones de
dólares en todo el mundo. Por tanto lo primero es un tema vinculado a la salud
de las personas, mientras que lo segundo es un asunto policial y
judicial.
La política, en la actualidad,
debe lidiar con ambos problemas: darles respuestas a los que consumen drogas y
erradicar ese negocio que lucra atentando contra la salud de la gente. De
allí se sigue que lo más lógico es que una persona que participa en política no
consuma drogas ni esté involucrada en el entramado del narcotráfico, porque de
lo contrario sería parte del problema y no de la solución. Sin embargo vivimos
en un mundo donde la lógica no siempre triunfa.
Alfredo Olmedo se atrevió a hacer
lo que muchos hombres de la actual política difícilmente harán: demostrar que no consume drogas y hacer de la lucha en contra del narcotráfico una bandera
central de su discurso. Es por ello que el Diputado Nacional es tan agredido
por parte de sus “colegas” de la política. Lo vimos con Victoria Donda, cuando,
en su última visita a Salta, dijo que Olmedo era un ignorante por no pensar
como ella. Y lo vimos también en la campaña que Juan Carlos Romero, desde El Tribuno, desarrolló en octubre en
contra del candidato a Senador Nacional (campaña que incluyó unas muy poco explicables visitas a Salta de Elisa Carrió, Ernesto Sanz, Federico Pinedo,
que sirvieron muy poco para levantar en las encuestas a la CC , a la UCR y al PRO, pero que dejaron
como recuerdo entrevistas en El Tribuno
en las que, curiosamente, no se emite opinión sobre Romero, pero que llevan
títulos en los que estos referentes de la Oposición nacional aseguran que existe un vínculo
entre el kirchnerismo y el olmedismo).
Donda y Romero, lo peor de la
izquierda y de la derecha argentina, la droga y el narcotráfico, el adicto y el
transa, juntos en contra de Olmedo. Creo que no hay nada más que decir.
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