lunes, 6 de enero de 2014

La rinoscopia de Héctor D’Auria

El Caso D’Auria es otro de esos episodios realmente vergonzosos de la política argentina. Un Diputado Provincial capturado con cocaína y marihuana es prueba de la decadencia nacional: ¿cómo es posible que un sujeto así sea un gobernante que determina el destino de la gente honesta?
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Ciertamente todo es muy sospechoso en este tema. Al principio se dijo que D’Auria transportaba 50 kilos de cocaína, luego se determinó que en realidad poseía unos 60 gramos de cocaína y casi otros 70 de marihuana. En unos días el Diputado Provincial pasó para la prensa de ser un vil narco a un adicto que merece compasión. Por supuesto que D’Auria no acepta ni una ni otra etiqueta, y acusa a miembros del Partido Justicialista de estar complotados con la Gendarmería Nacional para perjudicarlo. Sea como sea, cualquiera de las tres opciones me parecen aberrantes: el narcopolítico no es una novedad en Salta (recordemos a Luís Arturo Cifre, Ernesto Aparicio o Ulises Durán entre tantos otros) y tampoco lo son los políticos adictos (a las drogas ilegales, al alcohol, al juego, a las mujeres, etc., v. gr. Carlos Villalba); y la conspiración, las populares “camas” diseñadas para acostar alguien, también son una penosa realidad en nuestra provincia. Ninguna de las tres cosas merecemos los salteños.

Si D’Auria es inocente como dice ser, lo primero que debería hacer es realizarse una rinoscopia y publicitar sus resultados. Desde hace semanas vengo hablando sobre la transparencia como el eje de la Revolución Amarilla que los salteños podemos poner en marcha en 2015. Dicha transparencia no rige sólo para el Estado y sus finanzas, rige también para todos los que lo administran. Si D’Auria es un adicto (60 gramos de cocaína es una cantidad que, fácilmente, dota de una dosis a 30 consumidores ocasionales) el pueblo tiene derecho a saberlo, como también tiene derecho de saberlo en relación al resto de los políticos argentinos. Y si el sujeto es, en efecto, un adicto, lo mínimo que puede hacer es pedirle disculpas a la gente de Metán y de toda Salta.    

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