viernes, 4 de noviembre de 2016

El valor de la vida

En una entrevista con La Gaceta, Olmedo, entre otras cosas, dijo: 
Y por otro lado voy a ser muy claro y muy duro: la pena de muerte para hombre que mata a la mujer o mujer que mata al hombre. A ver, el hombre que el otro día mató a toda la familia en Mendoza, para qué lo van a sostener, si ya mató a toda su familia. Pido pena de muerte, por supuesto que la justicia se expida y con sentencia firme. ¿Usted lo va a mantener en la cárcel? Hay que pagar todos los meses para sostener más que un delincuente a alguien que ya perdió todos sus valores, yo diría que hasta perdió el valor de su vida. 
Es interesante esto que plantea el Diputado. Uno podría decir que alguien que mató a toda su familia es el más infeliz de los infelices, porque es muy distinto dañar a alguien a quien no se conoce, que dañar a alguien que si se conoce. Sin embargo no faltará aquel que diga que un hombre puede rehacer su vida, que perder a la familia no significa no tener la oportunidad de hallar una nueva. Y Ricardo Barreda es más o menos un ejemplo de ello. 

La diferencia entre el loco Barreda y el loco Aceituno es que, si bien ambos atacaron a sus hijas, en el caso del último se trataban de niñas (mientras que las hijas de Barreda -por las que el odontólogo confesó arrepentimiento de haberlas asesinado- eran adultas). 

Históricamente Olmedo ha estado en contra de la pena de muerte. Este cambio de postura toma ahora como objetivo a un tipo particular de criminal: aquel que asesina a los suyos. De todos modos creo que el Diputado propuso adoptar esta medida, básicamente, por el horror que nos ocasiona a las personas enterarnos de que un padre o una madre daña a los hijos. Porque el crimen pasional es una cosa, pero el infanticidio es otra, y lo último es mil veces más grave que lo primero (yo diría que lo es porque resulta mil veces más imperdonable). 

Creo, por tanto, que Olmedo debería replantear su idea de pena de muerte destinada a los uxoricidas, y reformularla para que alcance a los infanticidas. Es para mi el infanticida el que perdió hasta el valor de su propia vida. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario